No seas mirón!!!!!!!!!!

Ahora que estamos en pleno verano y el Sol está en todo su esplendor sobre la ciudad de Lima, es hora de señalar esa peculiar afición que tenemos algunos (por no decir todos) los hombres de meterle el ojo a cuanta chica bien proporcionada y curvilínea pase por nuestro enfrente vestida con prendas diminutas y provocativas que acaloran aun mas el ambiente con tan sugerentes atributos.

Ayer por ejemplo, rumbo a la chamba, me subí al ómnibus destartalado que tomo todos los días como de costumbre. Luego de tener que esperar como media hora a que la gente se baje y deje un asiento libre, logré chapar sitio en el centro del bus (junto al pasillo). Yo iba como tarado sin nada que hacer, mirándole la nuca a un viejo pelado (más calvo que el “cabeza de pin…” de canal 11) hasta que noto que desde el fondo se aproxima una persona para bajar (por la puerta de adelante).

Cuando pasó por mi lado me di cuenta de que era una HEMBRAZA!!!!!!!!. Tenia un cuerpazo (era blanconcita, alta, de unos 25 años y bien proporcionada). Estaba vestida con una blusita sin mangas fucsia ceñida al cuerpo que le resaltaba las tetazas que se manejaba. Y con un pantaloncito claro (bien apretadito) que destacaba un potazo de niveles internacionales.

Yo me quede casi babeando al ver semejante preciosura… pero debía controlarme. Estaba sentado delante de varias otras personas. ¿Que podrían pensar de mí si me veían prendido sin perder de vista a esa “inocente” señorita?. ¡Es un depravado lujurioso! diría alguno. Pero ese cuerpazo llamaba a la perversión.

Mientras ella llegaba a la puerta, solo miraba de reojo a esa mamacita que poco a poco se alejaba de mis manos. Pero grande fue mi sorpresa al ver que los hombres sentados en la parte de adelante (bien tíos algunos) no paraban de mirarle ese culazo apetecible que se manejaba la chica. Y uno de ellos, con tremendo descaro hasta se acercaba con la cabeza para fisgonear bien la mercancía (ya se como voy a acabar de viejo… igual de pervertido!!!!!!!!).

La chica se bajó del bus y los patas que estaban pegados a la ventana se recostaron a mirarla mientras el carro arrancaba. Los huevertos del conductor y cobrador soltaron unos comentarios estúpidos (como acostumbran hacer) y la gente (varones) se notaban excitados e impetuosos por la muestra de semejante ejemplar femenino.

Así es como pude comprobar que yo no soy el único impúdico que se queda babeando y mirando como cojudo a una hembra bien despachada en pleno sitio público. Hay otros peores… y peores que yo!!!!!!!!!!!!!. Solo espero que las chicas disminuyan sus ansias exhibicionistas porque sino este verano fijo que me quedo virolo de tanto romperme el ojo con hembras bien dotadas.